En tiempos actuales, el ritmo de vida está marcado por las preocupaciones financieras, los problemas personales y las presiones laborales a las que estamos sometidos y sometidas. Estos factores pueden causar estrés en cualquier momento, lo que podría perjudicar -entre otras cosas- a nuestra salud capilar.
El cabello atraviesa diferentes etapas de crecimiento y descanso. Ese ciclo puede verse interferido por el estrés, aumentando el número de veces en las que entra en fase de reposo y recrudeciendo el problema con una posterior y sostenida caída, conocida finalmente como alopecia.
Aunque los diferentes tipos de alopecia pueden ser desencadenados por factores hormonales o genéticos; los sociales y ambientales también tienen la capacidad de influir en su desarrollo. Lo importante es que este trastorno es común y tiene solución.
¿Cuál es el vínculo entre el estrés y la alopecia?
La conexión entre el estrés y la alopecia ha sido estudiada por especialistas durante mucho tiempo. Sitios como la revista Journal of Investigative Dermatology han publicado estudios que acreditan al estrés crónico una respuesta inflamatoria que ralentiza el crecimiento del cabello.
Lo anterior es porque induce a cambios hormonales que afectan negativamente la circulación de la sangre en el cuero cabelludo y favorece así el desarrollo de la alopecia.
Por otro lado, la Academia Americana de Dermatología también ha señalado que aunque el estrés no es la única causa de la alopecia, sí profundiza los síntomas entre quienes están propensos a la pérdida de cabello por otros factores.
Tres recomendaciones para reducir el estrés según Harvard
La Escuela de Salud Pública de Harvard tiene algunas recomendaciones para reducir el estrés de la vida diaria:
- Practique ejercicios de respiración: existen aplicaciones móviles y cientos de miles de videos en plataformas virtuales que pueden ayudarle con una rutina de respiración para aplicar diariamente y, con especial énfasis, en momentos de estrés.
- Medite: las meditaciones guiadas disminuyen las emociones negativas, promueven la relajación y ayudan a desconectar la mente del problema para luego hallar soluciones viables sin ansiedad.
- Practique el “Mindfulness”: esta es una práctica denominada “de atención plena”, para lograr concientizar todo lo que ocurre en nuestro entorno sin reaccionar. En síntesis, se enfoca en el “aquí y el ahora” para aprender a no juzgar y mejorar el control sobre nuestros propios estados emocionales.
Si considera que está sometido o sometida a situaciones de estrés, y que eso podría estar incidiendo en una progresiva pérdida de cabello, contáctenos para agendar una consulta.
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