
La alopecia areata desafía al cabello y a la confianza, y aunque no tiene cura, existen caminos para frenar su avance. Aquí exploramos cómo identificarla y qué opciones de tratamiento existen.
¿Qué es la alopecia areata?
La alopecia areata es una forma de caída de cabello causada por una reacción autoinmunitaria: el cuerpo ataca por error los folículos pilosos, lo que genera parches sin pelo, generalmente redondos, en el cuero cabelludo o la cara.
Puede afectar a cualquier persona y su evolución es incierta; en algunos casos el cabello reaparece, en otros, la caída puede repetirse o extenderse. Aunque no hay cura, existen opciones de tratamiento que pueden mejorar la situación y promover el crecimiento capilar.
Tipos de alopecia areata
La alopecia areata puede presentarse de diferentes formas, según la extensión y el patrón de la pérdida del cabello:
Alopecia areata en placa única
La alopecia areata en placa única es la forma más común y se presenta como un solo parche sin pelo, bien delimitado y de forma redonda u ovalada. La piel en la zona afectada se ve normal, sin signos de inflamación ni cicatrices. Puede aparecer en el cuero cabelludo, la barba, las cejas u otras áreas pilosas.
Alopecia areata en múltiples placas
La alopecia areata en múltiples placas, también llamada alopecia multifocal o reticular, consiste en la aparición de varias áreas sin pelo, que pueden surgir al mismo tiempo o de forma progresiva. Los parches pueden permanecer separados o fusionarse, formando zonas más grandes de calvicie.
Alopecia total
La alopecia areata total se caracteriza por la pérdida completa del cabello en el cuero cabelludo. Suele comenzar con múltiples placas que se expanden y se fusionan, hasta dejar la cabeza completamente calva.
Alopecia universal
La alopecia areata universal implica la pérdida de todo el cabello y del vello corporal, incluyendo cejas, pestañas, barba, axilas, pubis y extremidades. En algunos casos, también se observan alteraciones en las uñas, como fragilidad o pequeñas depresiones. Sin embargo, es una de las formas más extensas y poco comunes.
¿Cuáles son las causas de la alopecia areata?
La alopecia areata surge principalmente por el mal funcionamiento del sistema inmunitario, aunque hay factores que pueden contribuir a que se manifieste:
- Factores genéticos: la presencia de antecedentes familiares es común en pacientes con alopecia areata, sugiriendo una base genética para esta afección.
- Enfermedades autoinmunes relacionadas: quienes padecen de enfermedades de la tiroides, vitíligo, psoriasis o dermatitis atópica tienen una mayor probabilidad de desarrollar alopecia areata debido a una respuesta inmunitaria alterada.
- Desencadenantes externos y emocionales: infecciones, alteraciones hormonales, estrés severo, traumas emocionales o tratamientos médicos pueden actuar como factores que precipitan la aparición de la alopecia areata en personas genéticamente predispuestas.
¿Cuáles son los síntomas de la alopecia areata?
La alopecia areata se manifiesta a través de:
- Parches de caída de cabello, lisos y sin enrojecimiento, que pueden medir entre 1 y 4 cm.
- Cabellos debilitados y cortos alrededor de los bordes, con una característica forma de «signo de exclamación».
- Sensaciones leves en la zona antes de la caída, como picor o ardor.
- Cambios en las uñas, como pequeñas hendiduras o fragilidad.
¿Cómo es el diagnóstico de la alopecia areata?
El diagnóstico de la alopecia areata es principalmente clínico y lo realiza un dermatólogo mediante una evaluación detallada que incluye:
- Inspección del cuero cabelludo y otras áreas con vello, buscando parches calvos con bordes claros y cabellos que se estrechan hacia la raíz, el llamado «signo de exclamación».
- Evaluación de cejas, pestañas y barba para detectar si la alopecia afecta zonas adicionales.
- Observar las uñas para averiguar si hay hoyuelos o alteraciones en la lúnula.
- Recopilación de antecedentes familiares y personales de enfermedades autoinmunes o episodios previos de alopecia.
- Investigación de posibles factores desencadenantes, como estrés, infecciones o alteraciones hormonales recientes.
- En ocasiones, se complementa con análisis sanguíneos o biopsia del cuero cabelludo para confirmar el diagnóstico.
En Capilea, tras un diagnóstico preciso, diseñamos tratamientos personalizados para la alopecia areata, combinando experiencia y tecnología para ayudarte a recuperar tu cabello de forma efectiva.

¿Cuáles son los tratamientos de la alopecia areata?
Aunque esta forma de pérdida de cabello no se puede curar completamente, hay tratamientos disponibles que ayudan a controlar la caída y a mejorar la recuperación del cabello.
Corticoesteroides (corticoides)
Estos medicamentos reducen la inflamación y suprimen la respuesta inmune. En casos leves, se aplican localmente; en casos graves, pueden administrarse por vía oral, aunque con precaución por sus efectos secundarios.
Minoxidil y Antralina
El minoxidil se aplica en forma de solución o espuma sobre el cuero cabelludo para estimular el crecimiento del cabello y suele combinarse con otros tratamientos.
La antralina, en crema, también puede ser prescrita para reactivar los folículos, siempre bajo supervisión médica.
Medicamentos sistémicos
Para casos más difíciles, se utilizan fármacos que afectan el sistema inmunológico en general, como el metotrexato.
También existen inhibidores de JAK, como baricitinib o ritlecitinib, que han mostrado eficacia, pero requieren control médico estricto.
Inmunoterapia tópica
Indicada para pacientes con alopecia extensa o resistente, esta terapia consiste en aplicar sustancias que causan una reacción alérgica leve y controlada en el cuero cabelludo, desviando la respuesta inmunitaria que daña los folículos. Se realiza semanalmente y puede causar irritación temporal.
La alopecia areata puede afectar tu imagen, pero con el tratamiento correcto puedes mejorar notablemente. En Capilea te brindamos atención y planes personalizados. Agenda tu consulta y toma el control de tu salud capilar.